- Escrito por Héctor A. Calderón B.
- Publicado en Novela
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Entrevista al escritor Néstor Bautista Mancilla: “Los 'padres solteros' también existen”
Casi un año atrás,en la 32 Feria del Libro de Bogotá, el escritor colombiano Néstor Raúl Bautista Mancilla presentó al público "Laberinto", su primera novela. Fruto de dos años de trabajo el periodista bogotano debutó en los terrenos de la literatura con una obra que logró instalarse entre los finalistas del prestigioso premio Premio Biblioteca de Narrativa Colombiana. "Laberinto" cuenta la historia de un padre soltero que busca a su hijo adolescente desaparecido en una ciudad agresiva que desnuda la indiferencia de muchos y la solidaridad de muy pocos.
El escritor y periodista Néstor Bautista Mancilla
La importancia del papá en la familia
Los orígenes de la obra hay que buscarlos en la mezcla de profundas experiencias personales y situaciones reales, contadas a través de personajes ficticios, aunque tengan mucho de personas reales en un territorio similar al verdadero. Tertulia Tropical conversó con el escritor sobre sus motivaciones creativas y el proceso detrás de su primera novela.
P/ ¿Cuál fue la semilla de "Laberinto"?
En mi vida reciente tuve una separación por la que estuve lejos de mis hijos y fue el comienzo de una lucha ante juzgados y comisarías de familia por ver a mi hijo mayor; en el proceso me di cuenta de cómo el sistema judicial y la sociedad en general no creen en el padre de familia. Por eso, entre otras cosas, quise reivindicar la importancia del papá en la familia.
Personajes del Barrio San Blas de Bogotá
P/ ¿Y cómo llevó esa dura realidad a la experiencia literaria?
Imaginé a un padre de familia en el contexto de mi barrio de la infancia, en San Blas, en donde tuve momentos felices, de amistades, a pesar del ambiente de violencia urbana. Uní las nuevas vivencias que ocurrían en un territorio que conozco, para convertir en ficción la historia de un hombre al que se le desaparece su hijo adolescente, buscando dejar un mensaje sobre el papel de los padres en la sociedad actual. A eso le sumo la experiencia de un poco más de 20 años como periodista en varios medios escritos del país. En la labor diaria conocí a profundidad la violencia urbana, no abordada de igual manera la rural, pero también causada por combos ligados a grupos armados ilegales, carteles de narcotraficantes o de las guerrillas.
P/ ¿Tuvo un trabajo de campo?
Al hacer reportería en los barrios y buscar las voces de esa realidad en las calles, encontré una serie de historias de quienes llamo personajes silenciosos. No se trata solo de los familiares de las víctimas de los sicarios, ni mucho menos de quienes integran esos grupos armados, sino de vecinos, profesores, secretarias, obreros, madres y padres de familia… testigos que deambulan por los barrios y deben convivir con los delincuentes; pero que no han tenido la oportunidad de narrar sus vidas.
Sobrevivir y salir adelante en medio de la violencia urbana
P/ La violencia urbana cobra un papel importante en el escenario de su novela.
En mi época de estudiante de bachillerato eran comunes las pandillas, los robos, los muertos abandonados casi a diario en las esquinas; en donde también persisten las dificultades económicas, la angustia por conseguir la comida y cumplir con las cuotas del arriendo o los préstamos, y muchos problemas más.
P/ ¿Cómo sobrevive la esperanza en una realidad tan difícil?
También hay unos guerreros porque a pesar de todo ello, muchos salimos adelante a través del estudio, el trabajo duro y juicioso, el apoyo de la familia y una hermandad que me permitió compartir con mi círculo de amigos las cosas pequeñas pero significativas de la vida.
P/ ¿Y cómo fue el tránsito de lo real a la ficción?
Combiné esos recuerdos de mi infancia con las escenas de la comunidad en los cubrimientos de noticias en algunos de los barrios de las ciudades donde he ejercido el periodismo –Ibagué, Cali, Medellín y Bogotá– y me di cuenta de que a pesar de las diferencias geográficas eran similares las personas que rechazan la violencia. Personas muy afectadas por todo lo que sucedía en las calles de su barrio; frente a los portones de sus casas, ver a los familiares de los jóvenes o vecinos asesinados. Pero, a pesar de ello, personas dispuestas a seguir adelante.
Los escritores Leonardo Padura y Néstor Bautista Mancilla
Historias de personajes que luchan para superarse
P/ ¿En su etapa de investigación consultó otras fuentes?
También tuve contacto con investigadores, fiscales, jueces, policías y abogados que hacen parte de ese ambiente de violencia. Con sus experiencias obtuve información para conocerlos en su labor como investigadores, así como en sus vidas personales, lo cual me sirvió para describir a uno de los personajes de la historia. También hablé con funcionarios del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses para conocer cómo era el servicio en los años 80, época en la que se desarrolla la novela.
P/ ¿Indagó en otros medios distintos al literario?
Desde hace años atrás encontré un boom de libros e historias en la televisión que me cansaron y me parecieron repetitivos. Enviaban un mensaje equivocado de nuestra realidad porque los héroes, los que mostraban para imitar, eran los capos, los malos y las niñas operadas, sumisas a los narcotraficantes.
P/ ¿Es usted un escritor de la violencia urbana?
Yo quiero narrar otras historias, las de quienes no cayeron en esas redes de delincuentes. Creo que es necesario contar lo que hay más allá, es decir, las vidas de esas personas que salen adelante sin enlodar su moral, sus valores personales y familiares, que transitan por las mismas calles en donde los pandilleros, extorsionistas, narcotraficantes y asesinos cometen sus delitos, pero los dejan pasar por un miedo inicial y porque hay un convencimiento moral de que esa forma de vida no es la correcta.
Influencias literarias
P/ ¿Qué referentes literarios fueron claves en su creación?
Un libro reciente que me dejó una enseñanza es "Los Ejércitos", de Evelio Rosero, quien con personajes naturales de un pueblo narra la violencia causada por hombres armados. En esa obra los violentos no son los protagonistas, aunque son parte vital del relato, pero el foco narrativo recae en los habitantes, tomando como personaje principal a un profesor jubilado que se mueve por todo el pueblo. También "La Mala Noche" y "El Mundo de Afuera" de Jorge Franco, en los que se describe la ciudad nocturna y el dolor que causa el secuestro para una familia.
La ciudad resulta ser otro personaje en "Laberinto". ¿Qué autor investigó para la construcción de esa visión particular de la ciudad?
Sobre Bogotá, el libro "Sin Remedio", de Antonio Caballero, me brindó más herramientas para contar cómo era la ciudad en una época distinta a la actual.
P/ ¿Otros autores referentes?
"La Carretera", libro de Cormac McCarthy, en el que se narra la relación de un padre y su hijo en medio de un ambiente postapocalíptico. Y por supuesto, libros clásicos como "Oliver Twist", en el que el protagonista es un niño. Para la escritura tomé como referencia "El universo de la creación narrativa", de Isaías Peña Gutiérrez. Y "Memoria por correspondencia", de Emma Reyes, por su simplicidad y belleza en la narración. Y las lecturas de años de autores como Gabriel García Márquez, Borges, el trabajo en la composición de Vargas Llosa; recientemente el mexicano Guillermo Arriaga, con "El Salvaje"; Leonardo Padura y su descripción de la Habana como una ciudad llena de sitios oscuros; Coetzee, con historias compiladas con pequeñas tragedias, como "Desgracia" y muchos más.
Los "padres solteros" también existen
P/ En Colombia se reconoce con admiración casi religiosa a las “madres solteras”. En "Laberinto" el protagonista es un “padre soltero”.
Una de las motivaciones que me llevó a escribir "Laberinto" es resaltar el papel de los hombres como padres, que no se diga que ‘mamá solo hay una y que papá puede ser cualquiera’, porque los hombres también tenemos un importante papel como padres de familia y es constante la resiliencia para salir adelante, a pesar de las adversidades que se presenten.
P/ ¿Hay un interés por los conflictos de la existencia diaria. La lucha silenciosa del humano en el laberinto de la cotidianidad?
La lucha personal y social de la comunidad víctima de los violentos. Son personas valerosas que se esfuerzan a diario por sobrevivir en sus trabajos, conseguir ingresos para dar de comer a sus esposas, esposos e hijos, y a la vez hacerle el quite a la violencia. Son un símbolo de superación, porque salen adelante a pesar del ambiente en el que los violentos se creen más fuertes e, incluso, son felices a pesar del duro mundo a su alrededor.
El escritor Néstor Bautista Mancilla y su novela "Laberinto"
La importancia de la "Escritura Creativa"
P/ Usted es magíster en Creación Literaria, ¿sirve estudiar "Escritura Creativa"?
Estudié la Maestría en Creación Literaria en la Universidad Central de Bogotá porque siempre tuve el anhelo de aprender algo diferente a la narración periodística. Desde las primeras clases tuve una idea de la novela que quería escribir; los consejos de los maestros, sobre todo de mi tutora, la escritora Lina María Pérez Gaviria; y el análisis de las lecturas me sirvieron para plasmar una historia que tenía en la cabeza. También fueron primordiales las ideas y aportes de mis compañeros porque además de aprender de sus estilos, fueron críticos serios de mis textos y el relato.
P/ "Laberinto" fue publicada por el Grupo Editorial Ibañez, además la presentó en la FILBO 2018; y en enero del presente año fue nominada en el Premio Biblioteca de Narrativa Colombiana (PBNC) donde fueron seleccionadas a concurso 11 obras entre 127. ¿Esperaba un comienzo así de exitoso para "Laberinto"?
No lo esperaba; pero en esto como en muchas cosas de la vida, hay que arriesgarse. La vida está hecha de incertidumbres y por eso es mejor tomar decisiones antes que quedarse frustrado. Envié el libro a ver qué pasaba y me alegré al ver que quedó en la lista de los nominados, con autores de la talla de Ricardo Silva Romero, quien resultó ser el ganador con una bella novela: "Cómo perderlo todo". Esto es un aliciente para seguir disfrutando y trabajando la literatura.
P/ ¿Tiene en mente una segunda novela?
Empecé a trabajar otra historia, en la que quiero resaltar la labor del periodista regional.
Héctor A. Calderón B.
Escritor, guionista y docente universitario.
Premio Nacional de Guión 2010.
Ministerio de Cultura, Colombia.